En España hay un mayor número de ocupados con sueldos más bajos por la contratación a tiempo parcial y seguimos sin recuperar el número de horas trabajadas.
A un año de la reforma laboral de Yolanda Díaz -enviada a Europa como reforma a cambio de los fondos Next Generation-, la foto finish del momento confirma que en nuestro país hay más gente trabajando -con un crecimiento interanual desde enero del 3,4%-, pero con algunas particularidades que arrojan los últimos datos de la EPA –todavía no están disponibles los datos del SEPE-. Y es que en España, hoy por hoy, aumentan las contrataciones a tiempo parcial, incluso más del doble que el de las personas con contratos a jornada completa, al tiempo que, pese a tener mayor número de ocupados, seguimos sin recuperar el número de horas trabajadas, y la parcialidad del empleo ha dado lugar a que los sueldos sean más bajos.
La estadística refleja que la contratación indefinida a tiempo parcial se ha incrementado más del doble que aquellas personas que están a jornada completa: de hecho, los primeros aumentaron un 33%, mientras que los segundos lo han hecho en un 15,9%.
La contratación indefinida a tiempo parcial sigue siendo mayoritariamente para las mujeres. Y es que éstas duplican a los hombres en esta modalidad de contratación, lo que conlleva menores ingresos y, al acceder a la jubilación una pensión más pequeña.
Un mercado laboral con insuficientes horas de trabajo
Las horas trabajadas sigue siendo otra de las asignaturas pendientes del mercado laboral, porque están por debajo de las que se realizaban en 2019 (prepandemia), estableciendo así una paradoja, y es que recuperamos número de ocupados, mientras asistimos a un mayor reparto del tiempo de trabajo, y por tanto, un notable crecimiento de la contratación a tiempo parcial, incluyendo también a los fijos discontinuos.
Tan afiliado a la Seguridad Social es el que trabaja 4 horas a la semana como el que trabaja 40.
Frente a esta foto del mercado laboral, José Luis Fernández Santillana se pregunta si no se estará produciendo un efecto de mejora de la estadística de empleo ya que, tan afiliado a la Seguridad Social es el que trabaja cuatro horas a la semana como el que trabaja 40, lo que explicaría por qué ese incremento de cotizantes no se traduce en la misma medida en un incremento de cotizaciones.
El director de Tressis, Daniel Lacalle en declaraciones para The Objetive, afirma que el examen es sencillo, y es que, «el número de horas trabajadas no se ha recuperado con respecto al IV trimestre de 2019. La izquierda, en el año 2019 -añade- decía que no se crea empleo, que se trocea, cuando las horas trabajadas solo bajaban el 2%. Pero ahora -subraya-, la tasa de paro real es mucho más alta por el subterfugio de los fijos discontinuos, más de tres millones están en registros de los servicios públicos como desempleados y no trabajando. Luego -concluye-, tenemos otro problema, incluso con los datos oficiales del Gobierno, tenemos la tasa de paro de más alta de toda la UE. Sin olvidar que Eurostat considera que hay 100.000 desempleados más de los que dice el Gobierno».
«No se genera nuevo empleo, hay más contratos indefinidos con menos horas de trabajo y menores salarios».
El economista Javier Santacruz aporta otro matiz. Para él, «el mercado de trabajo ya no tiene espacio para más troceamiento de las jornadas laborales sin que esto suponga un conflicto relevante en términos de productividad y organización empresarial. Y todavía faltan 4,7 millones de horas trabajadas semanales para llegar a los niveles previos a marzo de 2020», calcula.
Para el profesor de Economía en la Universidad Francisco de Vitoria, José María Rotellar, sostiene que, en el mercado laboral lo que está sucediendo es que está habiendo reparto del trabajo. Es decir, hay mayor número de personas con empleo, pero se trabajan menos horas. Y por tanto -colige-, «se está repartiendo el empleo. No se está generando nuevo empleo. Y eso, unido al artificio de la nueva normativa laboral, que desvirtúa el mercado de trabajo». Concluye, «no hay actividad económica suficiente para generar nuevos puestos de trabajo que incremente el total de las horas trabajadas, sino que se está repartiendo el trabajo, un principio siempre muy socialista», remata.
Claro que no todos los especialistas mantienen esta posición. Fuentes del mundo empresarial afirman a THE OBJECTIVE que la renta salarial de 2022 está muy por encima de la renta de 2019. Sin embargo, las horas no. Con lo cual, en la práctica, los asalariados han ganado participación en la renta nacional, a pesar de que se trabajen menos horas. Una apreciación que también comparte uno de los últimos informes del Banco de España, rubricado esta vez por Ángel Gavilán, donde apostilla que, el dinamismo de la economía española se debe en parte «al buen comportamiento del empleo, y a la capacidad de resistencia/adaptación mostrada por empresas y hogares».
Fuente The Objective. Carmen Obregón