El conflicto del taxi porque las VTC domiciliadas en cualquier comunidad autónoma de podrán prestar sus servicios en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) entre los días 24 de febrero y 7 de marzo por la celebración del Mobile World Congress (MWC).
La dirección general de Transportes y Movilidad del departamento de Territorio de la Generalitat de Cataluña aprueba, el pasado 8 de febrero, una resolución que permite esta excepción, pero recién se confirmó por las autoridades este jueves por la tarde lo que ha dado lugar a un conflicto del taxi, según publica Cinco Días.
La autorización excepcional abarca un total de 12 días y va más allá de la celebración formal del MWC, que se lleva a cabo en Barcelona entre los días 27 de febrero y 2 de marzo, para que el servicio pueda abarcar a toda la actividad que se desarrolla alrededor del congreso de móviles.
La confirmación oficial llega pocas horas después de que la asamblea de taxistas decidiera no convocar ningún tipo de movilizaciones ni huelgas durante el MWC. Según ha explicado el portavoz de Élite Taxi y líder del sector, Tito Álvarez, los taxistas han decidido no realizar movilizaciones durante este congreso por las modificaciones que se van a introducir en la ley del taxi, a través de la ley de acompañamiento, que suponen, entre otras cuestiones, el blindaje de la tarifa regulada.
El taxi manifiesta:
El portavoz del taxi ha explicado que se endurece el régimen sancionador, sobre todo para los que ponen a conductores en los taxis que no tienen credencial ni permiso de taxista, que se enfrentarían a multas de entre 4.000 a 6.000 euros, con un tercer incumplimiento que supondría la revocación de la licencia.
También ha explicado que, en cuanto al decreto-ley de las VTC del año pasado, se “ajustan” tres puntos de la norma para que las empresas tradicionales, que no están vinculadas a grandes plataformas como Uber o Cabify, puedan trabajar sin “los problemas que están teniendo”.
“Nos habían tendido una trampa para que hiciéramos movilizaciones en el MWC”, ha señalado Álvarez, que también ha destacado que el objetivo era “dejarnos mal” y también “manchar un poco nuestra imagen”.
Fuente CincoDías